Miércoles, 8 de mayo
Itinerario: Puurs (Bélgica)-ascensor Strepy-Thieu
(Mons)-Sevigny-la-Foret
Pernocta: Acogimiento privado en Sevigny-la-Foret (49.8510,
4.5052)
Mañana nubosa pero cálida. Y siguiendo el consejo que nos dio nuestro
amigo Carlos, ponemos rumbo al Canal del Centro, al ascensor funicular de
Strépy-Thieu cerca de Mons en Bélgica..
Así que salimos pensando en que teníamos que rozar Bruselas y desconocíamos
el estado del tráfico. Estamos a tan solo treinta minutos de la capital y a una
hora del Canal. Pero pasamos Bruselas casi sin enterarnos y cerca de las 10,30
llegamos a nuestro primer destino.
Y lo que vemos nos impresiona. Encontramos un gigantesco edificio de casi 102 metros de altura, 85 de ancho y 140 de largo que contiene el mecanismo de este gigantesco “ascensor de barcos” que fue construido para dar solución al problema del importante desnivel existente entre las cuencas del Mosa y el Escalda (unos 140 metros) en una distancia muy pequeña, y que obligaba a grandes barcos de transporte a tardar más de 6 horas de viaje en un tramo de 7 km. supone la forma de transporte de mercancías más económica y sostenible
Con una diferencia de altura de 73,15 metros entre los dos cauces, este gigante es el ascensor de barcos más alto del mundo hasta que se concluya la construcción del ascensor situado en la presa de las Tres Gargantas en China, que tendrá 113 metros y fue diseñado dentro del plan de modernización del Canal du Centre para reemplazar un sistema de dos esclusas y cuatro ascensores de 17 metros construidos a finales del siglo XIX y principios del XX y que ha sido declarados Patrimonio de la Humanidad.
Muy fácil aparcamiento ya que está poco ocupado. Nos acercamos a este gigantesco edificio y entramos. Nos piden 10 euros por persona, por viejos. Si no, resulta más caro. Nos dicen que subamos a la planta 8 y que desde allí bajemos a la 5. Somos obedientes y lo hacemos. Pero cuando llegamos a la 8 la joven que está en el mostrador habla español y se alegra por tener la oportunidad de practicar un idioma que aprende ella sola. Y hay que decirlo todo: tiene un acento estupendo sin “arrastrar” las “erres” .Nos dice que hay una exposición, un video, etc., y en la planta 5ª vistas. Entonces la comento que ver un barco subiendo o bajando será difícil pero sorprendentemente para nosotros nos dice que hay uno que estaba entrando. ¡Menudo espectáculo nos íbamos a perder si no salíamos fuera! Así que veloces, salimos corriendo a observar el funcionamiento de esta obra de ingeniería.
Ya en el exterior observamos cómo se acercaba un barco. Pasa por debajo de nosotros y abren unas compuertas, similares a las esclusas del canal de Midi. Es la entrada a la peculiar “bañera” ascensor. Cuando está dentro cierran las compuertas y empieza la maniobra de elevación. Es impresionante observar como esta gigantesca bañera asciende con el barco dentro, barco que a su vez tiene un coche lo que lo hace más vistoso. Vemos como los contrapesos dispuestos a lo largo de la bañera descienden a la vez que se va elevando. Somos un grupo pequeño observando este peculiar ascensor. Estamos hipnotizados por el espectáculo que no dejamos de mirar.
La maniobra termina a 140 metros más arriba de donde estamos nosotros. Espectacular. Y pensamos que ha sido todo un regalo que podamos observar el proceso completo. Ahora podemos ya ver la exposición que a mi juicio es lo que menos valor tiene.
Y bueno, pasamos por ella porque ya la habíamos abonado, pero sinceramente, no vale lo que pagamos por lo menos para nosotros. Únicamente nos llama la atención un dispositivo que aparece en una maqueta de un barco de madera y que vimos en algunos barcos en Elburgo, similar a una enorme pala, al extremo de un remo pero muy grande. La preguntamos a la joven qué era y muestra su ignorancia pero dice que va a preguntar a su superior. Y tampoco lo sabe. Y esto despierta aún más mi curiosidad se dirige al propietario de la cafetería, y, como suele ocurrir en estos casos, él sí que sabe lo que es. Es un estabilizador, para que cuando el barco esté parado y el mar agitado, no se mueva tanto. Se pone debajo de la proa. Curioso. Siempre se está aprendiendo.
Satisfecha mi curiosidad descendemos a la planta 5ª donde tienen algunos fósiles y desde donde se contempla un maravilloso espectáculo con unas vistas increíbles y vemos también las “tripas”, la maquinaria de este dispositivo, gigantesco y vemos otro barco, más pequeño que el anterior, que está arriba en la bañera esperando a ser descendido. Así que bajamos de nuevo aunque ya lo habíamos visto. Nos dice la joven que pasan bastantes barcos, que nunca saben cuándo van a venir ni por dónde lo van a hacer, pero que es un transporte cómodo, y ecológico y la frecuencia de paso, alta. Todos los países del Norte de Europa están unidos por canales.
Y regresamos a la autocaravana y alrededor de las 12 ponemos rumbo Sur.
Yo tenía localizado un pequeño lugar, un alojamiento de una casa particular, con
capacidad solo para dos autocaravanas, (49.8510, 4.5052 ) así que no sabía si
tendríamos suerte.
Sobre las 13,30 llegamos a este pequeño pueblo donde estamos ahora, seguimos la dirección que nos marca el GPS pero cuando llegamos al final, no vemos nada de nada. Así que damos la vuelta y al hacerlo vemos un rincón que se corresponde con las fotografías que aparecen en park4night y además, el dueño nos ha visto y sale a recibirnos.
Resulta ser encantador, Claudio y curiosamente….Claudia, igual que
nosotros, el masculino y femenino del mismo nombre. Es un profesor de
matemáticas jubilado que tiene una preciosa casita con jardín detrás y a un lado
una parcela donde caben dos autocaravanas que es lo que cede gratuitamente. Se
accede fácil, tiene sombra y un frigorífico viejo con información turística
sobre la zona, hasta paseos por kilómetros con fotografías.
Además nos ofrece electricidad, y aunque le decimos que no, nos dice que es gratis y decidimos conectarnos. Nos cede su conector y también nos ofrece agua al otro lado de la casa. Todo, es gratis. Esto, me devuelve la esperanza y la confianza en el ser humano, pensar que la bondad y generosidad existe, pero no dejo tampoco de pensar que tendrían que añadir que existe un “aun” porque la pareja es mayor y no sé si la gente joven es tan altruista y generosa o quizás la pregunta correcta sería si lo pueden ser tal y como estamos dejando este mundo. Y como estamos ya regresando no puedo ofrecerle nada nuestro, es decir, chorizo, jamón, porque nos lo hemos comido todo. Y tampoco me he traído algún imán de los que pinto yo, pero si puedo regalarle un trozo de madera en el que he pintado un óleo de un capullo de una rosa y que tengo pegado a la puerta del frigorífico. Es un intercambio: el me ofrece lo que tiene, y yo, lo que hago, mejor o peor. Me gusta, me apetece premiar esa bondad, ese desinterés y espero que siga así muchos años y lo digo porque después ha llegado otra autocaravana y los niños se han puesto a jugar al futbol aquí mismo. De nuevo me siento vieja gruñona, pero me parecería normal que se intentara respetar la tranquilidad de los anfitriones y no imponerles gritos o patadas al balón. Cosas mías.
Descansamos como siempre y salimos a dar un paseo por unos alrededores.
Tranquilos, agradables y preciosos. Estamos en el bosque de las Ardenas y nos
internamos por caminos anchos y cómodos, con muchos charcos, pero muy
arbolados: tejos, hayas, robles, una
vegetación espesa.
Ahora, y como siempre, ya son casi las 20 horas. La recepción de la
señal de datos para ver noticias es muy mala aquí así que intentaremos oir la
radio y después relajarnos con algo de Netflix, si lo pillamos bien.
El día se ha ido abriendo y se ha quedado un cielo principalmente azul
con alguna nube dispersa. Mañana iremos a Troyes a visitar la ciudad. Sera la
última visita de nuestro viaje. Luego será simplemente regreso.
Jueves, 9 de mayo
Itinerario: Sevigny la Foret-Troyes-Gron
Pernocta: área en Gron, yonne (48.1601, 3.2563)
Noche estupenda. Mañana espléndida en la que luce un sol maravilloso.
Al salir, paramos junto a la casa de nuestros generosos anfitriones a ver si
salen para darles nuestro presente, pero no lo hacen. Y tampoco se trata de
molestarlos en su propia casa, así que partimos con tranquilidad rumbo a
Troyes, nuestro único destino por hoy y el último del viaje.
Vamos conduciendo por gigantescas extensiones cultivadas de cereal por donde
la vista se pierde en verdes inmensos campos de distintos tonos. Que belleza,
que grandiosidad de espacios. Vamos comiendo kilómetros hasta dejar la autovía
y mientras me pierdo en mis reflexiones.
Hay un dicho que dice que intentemos dejar bonitas huellas en nuestro
camino y entonces soy consciente de que Claude y su mujer lo hacen con cientos
de personas todos los años. Todos, cuando conocemos a alguien, dejamos y nos dejan
una huella. Pueden solo rozarnos con ella, o marcarnos, depende de varios
factores. Pero una persona que aplica su generosidad y hospitalidad, todos los
días del año a todo aquel viajero que necesite de hospitalidad, esa persona, va
dejando su huella en todos y en cada uno de los que por allí pasen. Todos,
tendremos un recuerdo de él, seguramente bello. Solo alguien insensible puede
permanecer neutro ante la generosidad de Claude. Así que él y su mujer, pero
sobre todo Claude, va dejando huellas todos los días de su vida en que conoce a
alguien para ofrecerle su hospitalidad. Cientos y cientos de personas que pasan
por allí se acordaran de él. Qué bonito
recuerdo está dejando en tantos y tantos viajeros errantes como nosotros que
buscamos la tranquilidad y seguridad del descanso en la noche mientras
recorremos las carreteras.
De las dos áreas que teníamos, una a treinta minutos y otra a sesenta,
elegimos la segunda, ganamos algunos kilómetros para mañana y además es
gratuita. Y allí llegamos a las 14,30. Hemos dejado atrás un supermercado y
necesitamos abastecernos de algo, el
frigorífico está muy triste, casi vacío. Pero la hora nos obliga a continuar.
Y ahora estamos aquí en una localidad cercana a Sens, en Gron (48.1601,
3.2563). Cuando hemos llegado había dos autocaravanas más pero ahora, a las
19,30, está casi llena.
Alrededor de las 18 ha llegado una camper española. Una pareja de
recién jubilados que van rumbo al “sol de media noche”, a Cabo Norte, con tres
meses por delante. Y me dan cierta envidia y subrayo lo de “cierta” porque aunque en su día pensé en regresar
cuando me jubilara y pulular sin límite de tiempo por aquellas tierras del
Norte, ahora, me da mucha pereza. Y tres
meses, quizás me parece mucho tiempo, pero mes y medio, podría ser. Pero, entre
que no tengo muchas ganas de tirar, y que Angel está apalancado, no sé si alguna
vez lo haremos. Lo que está claro es que el tiempo corre en contra nuestra.
Pero también he hecho el descubrimiento de viajar en Mayo. Me ha sorprendido el buen
tiempo del que hemos disfrutado. Tiempo de primavera, fresco algunas veces,
pero frio, creo que solo un día. Lluvia, también, igualmente solo uno de los 15
que llevamos fuera y el campo está espectacular así que creo que no será la última
vez que me decida a salir de viaje a mediados de mayo. No sé si la llegada de
nuestro nieto podria cambiar esto porque ya no puedo prever lo que voy a hacer
o lo que me va a apetecer hacer dentro de nada más y nada menos que un año.
Ahora ya empiezo a pensar en la siguiente salida, quizás a mi Oliva
querida, a la playa a pasar unos días mientras nuestro nieto quiere venir.
Luego ya tenemos el verano encima y hay que esconderse, pero pienso en el
otoño, a partir de mediados de septiembre, pero….no digo nada….solo pienso.
Mañana intentaremos llegar a Angulema y ya nos quedará un día y medio
más para acabar el viaje de los tulipanes
Nos hemos acercado con Tula atravesando un agradable parquecito a los
comercios de la localidad ya que entre ellos aparece una panadería, pero por
ser la Asunción está cerrado. Una pena y mañana tenemos una día durete y es
viernes por lo que no podremos llegar tarde al área así que la idea que se me
paso por la cabeza de ir a comprar unos cruasanes por la mañana antes de irnos,
creo que la desecharé. Habrá que aprovechar bien el tiempo.
Cuando termino de escribir viene la señora de la camper española a
darme la página web donde vienen rutas panorámicas por Noruega. Charlamos un
ratillo y nos invitan a conocer su camper. Y casi se nos acabó la tarde
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