ANOTACIONES

Dios creó el mundo, pero los holandeses crearon los Países Bajos

Viajar en fechas tan tempranas, y más hacia el Norte de Europa no era algo que nos atrajera especialmente. Pero esperamos ser abuelos a finales de junio así que tendríamos que permanecer relativamente localizados y cercanos desde finales del mes anterior y este destino era el propicio para ello, ya que Keukenhoff, que siempre he querido visitar, solo abre desde marzo hasta mediados de mayo. Era por tanto las fechas y el destino adecuado.

La visita a estos jardines sería el eje que vertebraría todo el viaje.

La compra de las entradas supuso una gran inversión de esfuerzo. Cuestan 19 euros cada una, más 10 del aparcamiento de la autocaravana. En total 48 euros. Elegir el día con la hora, fue complicado, primero, porque teníamos muchos kilómetros por medio, segundo, por la incertidumbre que nos produce los muchos años de nuestra amiga peluda (16 hizo en marzo) y su estado general, tercero, por desconocer el tiempo que haría el día de la visita, porque lloviendo, le restaría si no todo el atractivo, sí gran parte de él. Pero ofrecen muchas facilidades. En primer lugar la posibilidad de cancelación hasta cuatro días antes devolviéndote todo el importe excepto 2,50 euros de gastos de gestión por billete. Segundo porque hasta 24 horas antes permiten cambiar el día de la visita, aunque el problema aquí sería encontrar entradas para el día que quisiéramos y sólo disponíamos de tres más en los que permaneceríamos por la zona: uno que destinaríamos a pasear por los campos de tulipanes y los dos que dedicaríamos a Amsterdam, aunque en el peor de los casos a lo mejor podríamos sumarle alguno más, los destinados a visitar Edam, Volemdan o Zaanse Zans. Se trataría de cambiar los días de las visitas. El propio parque aconseja comprar las entradas con al menos cuatro días de antelación. Nosotros lo hicimos con más. Una vez decidido mejor asegurar la fecha. No me gusta dejar nada o muy poco al azar.

Después visitaríamos de nuevo lugares en donde estuvimos con nuestros hijos en nuestro primer viaje con una recién comprada camper VW california de segunda mano. David tenía entonces 13 años y Raul 10. Ahora ambos pasan de los 30. Subiríamos entonces por la costa atlántica francesa hasta Le Mont de Saint Michael, visitaríamos Paris, Gante y Brujas en Bélgica para terminar en Holanda. Aun no sé cómo en veintitantos días pudimos hacer todo ese recorrido.

Ahora regresaríamos a algunos y conoceríamos otros nuevos.

Añadir la complicación añadida de que cruzaríamos “zonas ambientales” por los distintos países por los que condujéramos. Mi primera dificultad fue saber qué tipo de vehículo éramos nosotros, porque por increíble que parezca, Europa no tiene una política unitaria en este tema. En España nosotros somos etiqueta C, pero ¿y en Francia, en Bélgica u Holanda? Al final buscando aquí y allá supe que en la ficha técnica ponía el tipo de vehículo que somos, Euro 6 Temp porque tan solo tiene cuatro años y medio.

Partiendo de esto, tuve que pedir una pegativa especial al Gobierno francés. Se hace por internet cumplimentando unos datos y previo abono de 4,5 euros (https://www.france.fr/es/preparate/certificado-etiqueta-critair-como-obtenerlo).


En 7 o 10 días llega a casa. Para Bélgica encontré información en https://www.raidoviajeros.com/bajas-emisiones-belgica/. Sencillamente se inscribe el vehículo y envían un correo autorizándote a circular hasta una fecha determinada que incluye varios años. Para Holanda, dada la antigüedad de nuestro vehículo, no íbamos a tener problemas, así que no tuvimos que hacer nada especial. No obstante, como esto irá cambiando sugiero que se consulte información en páginas oficiales.

También me descargue una aplicación para el móvil “Green zones” que contiene un mapa de Europa con las zonas de restricción, pero mucho ojo con comprar las etiquetas a través de esta página ya que piden cantidades exageradas o sencillamente la información es confusa. Mejor buscar en las páginas del país en concreto.